MELIÁ HABANA

Uno de los grandes y más modernos hoteles de la ciudad. Ubicado frente al mar y bastante lejos del centro, en la tranquila zona de Miramar. Junto a él se encuentran otros grandes complejos hoteleros.

Para compensar la excesiva distancia respecto a la Habana Vieja, el hotel dispone de transfer gratuito para sus huéspedes hacia esa parte de la ciudad. Salen 6 autobuses al día y tardan unos 15 minutos en hacer el trayecto.

No es uno de los hoteles clásicos con tanta esencia que hay en La Habana, pero en cambio es uno de los más lujosos y parecidos a esos resorts de las zonas de playa que uno tiene en mente cuando va al Caribe, con sus jardines tropicales, piscina de forma irregular y demás.

Sin duda está entre los mejores hoteles de la capital cubana y supera con creces al resto de alojamientos de la competencia.

Las habitaciones son amplias y mucho más modernas que en casi todos los hoteles, por ejemplo la televisión ya es de plasma, que eso en La Habana cuesta encontrarlo. Cuentan con una gran terraza desde la que se ve o el mar o la ciudad. Pedidlas con vistas al mar que os la darán si es que hay disponibilidad, y la verdad que se nota la diferencia.

Cuenta con 2 buffets para el desayuno, uno en planta baja y el otro en la planta 9ª. Este último está un pelín mejor, pero vamos que los desayunos en este hotel también son de 5*.

La piscina es muy grande y de estilo tropical. Creo que es la única con bar incorporado de toda La Habana. Es la típica piscina que esperas encontrarte en Varadero o en Punta Cana… Otro aspecto en el que el hotel demuestra su superioridad.

El personal del hotel es muy atento y profesional, que aunque veáis que ésto lo digo de toros tantos hoteles, aquí es un puntito por encima.

En definitiva y aunque esté lejos del centro o pueda ser caro, la calidad total de este hotel lo compensa todo. Pero como tantas cosas en esta vida, será para quien pueda permitírselo…