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CATEGORÍA
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PLAYAS
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PISCINAS
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GASTRONOMÍA
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HABITACIONES
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ANIMACIÓN
Calificación 8.4
PRECIO
Unos 1.600€ la semana en todo incluído
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CATEGORÍA
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PLAYAS
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PISCINAS
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GASTRONOMÍA
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HABITACIONES
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ANIMACIÓN
Unos 1.600€ la semana en todo incluído
Esto sí que es un hotel peculiar, original y espectacular. Está en Cayo Levantado, una isla muy pequeñita también conocida como “isla bacardí” que se encuentra en la bahía de Samaná y que no mide en su trazada más prolongada ni 1 kilómetro.

Es el único hotel de la isla, y salvo por las visitas de turistas que llegan de vez en cuando, se podría decir que la misma es prácticamente propiedad privada del hotel.
La isla es idílica, con playa de arena dorada y mar color turquesa, mucho más caribeña que ningún otro punto de Samaná.
Que nadie piense que el alojarse en una isla pueda resultar un gran inconveniente de cara a visitar lugares o hacer excursiones, vale que nuestra movilidad va a estar más reducida que en “tierra”, pero que no se preocupen los amantes de la aventura que el hotel ofrece para sus huéspedes transporte entre Cayo Levantado y la península, en la que tiene su propio embarcadero en el hotel Bahía Príncipe Samaná.

No lo he dicho antes, pero es un “sólo adultos” y cuenta con la distinción “Don Pablo Collection” que Bahía Príncipe otorga a sus mejores hoteles. Haciendo una valoración total del mismo, podríamos decir sin riesgo a equivocarnos que es no sólo posiblemente el mejor hotel de Samaná, sino uno de los mejores en todo el país.
Es un hotel tranquilo, romántico y silencioso, hay que tener en cuenta que el perfil de clientes son de clase bastante alta, que los grupos de jóvenes solteros que buscan juerga no van a este hotel y que además no hay niños.
Tan sólo con pasear por él, se aprecia el mimo con el que se hacen las cosas. Los jardines están impecables, las áreas comunes limpias y muy cuidadas.
Cuenta con 5 restaurantes, que son el buffet principal para desayunos, almuerzos y cenas, y luego 4 temáticos para las cenas que son italiano, brasileño, mediterráneo y el gourmet.



Cualquiera de ellos nos deleitará en calidad, y es que la gastronomía es uno de los aspectos más positivos del hotel.


Quiero añadir que las bebidas del todo incluido son “de marca”, que no es como en otros todo incluído que te ponen marcas X.
Las habitaciones son grandes y perfectamente equipadas. Cuentan con servicios de mayor calidad que lo que se suele ver por estas tierras, como por ejemplo albornoces, minibar con reposición diaria, servicio de habitaciones o atención de mayordomo si el cliente lo solicita.

Consejito, desde las habitaciones de la parte Sur, villas 1, 2 y 3, se puede ver la puesta de sol. Si las pedís en recepción al hacer el check in, os la dan seguro.
El WIFI es gratuito en todo el hotel, aunque su funcionamiento no es para tirar cohetes.
Hay dos playas en la isla. La primera es más característica de Samaná, con su abundante vegetación. Es privada y sólo están los huéspedes del hotel.
La otra es la típica playa caribeña con arena blanca, mar turquesa, y más calmada. Ésta es pública, y principalmente se comparte el espacio con otros turistas que hacen excursiones, algún lugareño que se lo puede permitir o los propios clientes del Bahía Príncipe Samaná.
A ésta parte de playa se puede ir por la noche a ver las estrellas, es una pasada con tanta calma, silencio y claridad lo bien que se aprecia el cielo nocturno.
Se distinguen muy fácilmente en el mapa que os he puesto arriba.
Me da igual una que otra, ambas son increíbles, y cuando se tiene la ocasión de combinarlas mejor.
Hay hamacas de sobra para todos y bar de playa en el que según os acerquéis ya os estarán preparando el cóctel, un servicio espectacular. En ocasiones suelen ofrecer piñas y cocos en fiestas temáticas en la playa. También es frecuente que se prepare una paella en plena playa a la hora del almuerzo.
Este hotel sólo tiene 2 piscinas, pero para el número de personas que se alojan en el hotel es más que suficiente. La principal es de estilo tropical, con islas en medio y un puente que la atraviesa. La otra es más pequeña y hace efecto jacuzzi.


El grupo de animación es increíble. Cada uno de ellos se desvive porque el huésped pase las mejores vacaciones de su vida. Se puede practicar snorkel, vela, y utilizar kayaks, además de otras actividades más convencionales como el aerobic en la playa. El snorkel os encantará porque hay muchísimos peces.
A partir de las 23:00 reina la más absoluta calma en el hotel. Quien quiera un poco más de jaleo, tiene la opción de ir a “Playa Bacardí” donde el hotel tiene su bar y música hasta las 02:00
Y poco más que contar, que si os lo podéis permitir, no dudéis en disfrutar de esta maravilla de hotel, y si estáis por Samaná intentad sacar una mañana para conocer esta isla. Eso sí, si optáis por conocer la isla que sea por vuestra cuenta que las excursiones son un atraco 😉