Praga es una de las ciudades más cautivadoras que existen, con un centro histórico de cuento y con cualidades como ser muy segura además de limpia, y con bastante marcha para quienes gusten de salir de noche. Por las buenas comunicaciones que tiene con muchos de nuestros aeropuertos el viajar a Praga se convierte en la escapada ideal para el típico puente o fin de semana un poco largo ya que es una ciudad pequeña y en 3 días está vista. También es habitual combinar esta capital con otras ciudades cercanas como Viena, Budapest o Bratislava.
Conocida como La Ciudad de las 100 Torres, Praga es capital de República Checa y de la región de Bohemia. Yo aquí fui hace unos cuantos años y recuerdo que lo primero que me impactó fue el perfil de sus edificios históricos tan a lo centroeuropeo, con ese estilo “afilado” que no se ve por aquí.
Se puede visitar con amigos, en pareja y en familia, por lo que es una ciudad muy versátil en este aspecto. En esta pequeña guía voy a tratar de resumiros los detalles principales a la hora de viajar y qué ver en Praga, esta ciudad que desborda por igual historia, ocio y cultura.
Qué ver en Praga | Información y Viaje
En primer lugar, necesitamos un vuelo y aquí tenemos suerte porque desde muchos de los aeropuertos españoles parten vuelos directos hacia el aeropuerto Václav Havel de Praga. Dejo un buscador en el que cada cual busque desde su ciudade de salida y horario ideal.
El aeropuerto está a unos 18 km de la ciudad, y sobre cómo ir del aeropuerto de Praga al centro vamos a tener varias opciones que son las siguientes:
Autobús de enlace: Llega hasta la central de autobuses y es barato, pero tiene el inconveniente de que sólo se puede pagar en coronas checas por lo que ya tendréis que tener dinero cambiado a la hora de cogerlo. Lo que sí podéis hacer es comprarlo online en euros para lo que os dejo enlace.
Taxi: La opción más cómoda que viene a salir por unos 25€, aunque al ritmo que está subiendo todo igual para cuando lo leáis ya es más caro. Puede ser que os toque hacer algo de cola, pero nada de qué preocuparse. Para 2 personas o más creo que es lo mejor, especialmente si se llega de noche cuando el resto de opciones están menos presentes.
Podéis mirar traslados aeropuerto-hotel aquí para ir con todo atado, aunque comparar antes el precio que os da por si compensa o no.
Transporte público: La opción más barata posible consiste en combinar el autobús urbano con el metro. Las opciones son línea de bus 119 con línea A de metro, línea de bus 100 con línea B de metro, y línea de bus 191 con línea B de metro. Para quienes aterricen de noche hay una línea de bus nocturno, la 510.
Sobre la moneda en Praga es la Corona Checa, que equivale aproximadamente a 24 por cada euro, un cambio bastante fácil con el redondeo de 100 coronas 4€. Este país pertenece a la Unión Europea, pero en lo relativo a la moneda decidieron mantenerse independientes, y por lo que contaban cuando estuve allí están bastante contentos con su decisión.
Es recomendable hacerse con una tarjeta exenta de comisiones, para usarla como la usarías aquí sin que se aplique ningún recargo. También está la opción de llevar el dinero desde España, y para eso es preferible comparar un poco entre nuestro banco y empresas de Exchange como ésta y quedarnos donde mejor tipo de cambio nos ofrezcan. Allí hay casas de cambio que van a dar siempre tipos bastante malos pero bueno, si no hay otra cosa… Los cajeros automáticos nos permitirán sacar dinero, aunque volvemos a lo de siempre, con comisiones generalmente elevadas.
Una cosa que os recomiendo para viajar a Praga es reservar un free tour en Praga, en los que no se paga nada y luego al final el que quiere da la voluntad. Nos explican en un par de horas los puntos más importantes y la historia de la ciudad, y viene muy bien.
¿Dónde alojarse en Praga?
Para viajar a Praga nos va a hacer falta sí o sí un sitio en el que dormir a menos que la veamos de pasada como etapa de un itinerario. Praga no es muy grande pero tampoco conviene alojarse muy lejos de la centro. Personalmente os voy a recomendar el Ibis Praga Old Town, que es un hotel céntrico, barato, limpio y para el tiempo que vamos a estar en el hotel vale y sobra. Luego ya si queréis más o menos lujos es cuestión de cada cuál, pero lo que no cambiaría es la zona. Yo estuve en el Carlo IV que ahora lo lleva la cadena NH y es así de estilo señorial y muy clásico, y me gustó mucho además de que casa bien con la temática de la ciudad. La verdad que se han subido un poco a la parra y con los precios que muestra a día de hoy no lo voy a recomendar.
Podéis ojear por aquí distintos hoteles en Praga, con cuidar que no esté lejos del centro y luego ya cada cuál su presupuesto.
Booking.com¿Qué ver en Praga?
Plaza de la Ciudad Vieja
El centro neurálgico de Praga es la Plaza de la Ciudad Vieja, donde pasaréis unas 10.000 veces en el fin de semana. Prácticamente todos los edificios que la rodean son lugares de interés; el Ayuntamiento, la Iglesia de San Nicolás o la Iglesia de Nuestra Señora de Tyn.
En el Ayuntamiento está el famoso Reloj Astronómico, y cuenta con una torre de 60 metros de altura y estilo gótico a la que se puede subir en la visita al edificio que en su día salía por 250 coronas.
La iglesia de Tyn es uno de los edificios más bonitos de Praga con esas 2 torres que son un sello de la ciudad, también de estilo gótico en el exterior pero barrono en su interior, y con más de 1.000 años de historia ya que sus orígenes datan del siglo X. La verdad que hay que acercarse a ella para verla bien, porque justo delante tiene una hilera de edificios que dan a la plaza e impiden verla al completo. En uno de sus laterales se puede ver un bajorrelieve sobre la crucifixión. El acceso a la iglesia es gratuito y eso sí, no permiten hacer fotos.
Torre de la pólvora
Se trata de una de las 13 puertas originales de la ciudad, y sus orígenes se remontan al s. XV y debe su nombre a que en el s.XVII se destinaba a almacén de pólvora. En la Guerra de los 7 Años tuvo lugar la Batalla de Praga, y la Torre fue dañada considerablemente hasta 1880 cuando se renovó hasta alcanzar su aspecto actual.
Plaza Wenceslao
De plaza tiene el nombre, porque en la práctica es una calle ancha. Es la típica calle comercial con tiendas y restaurantes y lo más destacado es la estatua ecuestre de San Wenceslao. En esta plaza tuvo origen la Revolución de Terciopelo, un movimiento que derivaría en el fin del sometimiento de Checoslovaquia al yugo comunista.
Barrio judío
Otra cosa que me gustó de Praga fue el Barrio Judío o Josefov, concretamente el cementerio con esas tumbas en disposición tan anárquica que hacían de marco ideal para cualquier película de Tim Burton. La comunidad judía en Praga era realmente numerosa llegando casi a los 200.000 individuos, a pesar de las constantes persecuciones a las que han visto sometidos a lo largo de la historia. Cuenta con algunas sinagogas de interés como la Sinagoga Alta, la Sinagoga Vieja-Nueva o la Sinagoga Española. En el barrio judío de Praga también se encuentra la plaza Franz Kafka en la que está la casa que vio nacer al escritor.
Isla de KampaSe trata de una isla artificial que va a aportar un punto de serenidad y sosiego a nuestro viaje a Praga. Se encuentra pegada a la “otra” orilla del río y que tiene como punto más destacado a visitar el Molino del Gran Prior cuya rueda principal es de 8 m de diámetro. Luego está el típico puente de los candaditos, que a saber cuántas de esas parejas han “abierto” el candado.
Puente de Carlos VUno de los puentes más importantes del mundo, que atraviesa el río Moldava y que fue construido a principios del siglo XV. Separa la ciudad vieja del Castillo de Praga, y mide 516 m con una anchura de casi 10. Está “custodiado” por 30 estatuas de estilo barroco y con más de 300 años de antigüedad, y en él es habitual ver los habituales artistas urbanos, mimos y demás buscavidas variopintos.
Casa danzante
Igual para los amigos de la arquitectura moderna tiene su cosa. Yo pasé por al lado y creo que ni malgasté una foto y eso que son gratis. Un edificio obra del famoso Frank Gehry junto con Vlado Milunic que queda junto al río y que no guarda ninguna relación con el resto de edificios del entorno mucho más clásicos.
Castillo de Praga
Se trata del castillo más grande y por supuesto el más importante de Praga y de todo el país. Parece más bien un palacio de corte señorial que un castillo como los que estamos acostumbrados en España de perfil más defensivo. La historia de Praga ha ido de la mano con este castillo, que fue residencia de los Reyes de Bohemia hasta el día de hoy.
En el Castillo de Praga, y esta parada sí que es obligatoria en el viaje a Praga, vamos a poder conocer la Catedral de San Vito, ver las casitas del Callejón de Oro, visitar la Basílica de San Jorge con sus más de 1.000 años de historia, ver el asombroso Antiguo Palacio Real y conocer las torres que fundamentalmente hacían de prisiones siglos atrás.
Está un tanto apartado y aquí a diferencia de otros puntos de interés, sí que hay que ir con la visita guiada reservada.
Monasterio de Strahov
Queda un tanto apartado de la ciudad, y podría ser interesante verlo en la misma escapada que el Castillo de Praga. Se trata de un edificio del siglo XII que alberga la que podría ser la biblioteca más espectacular del mundo con obras, títulos, planos y manuscritos cuyo valor es incalculable. Se puede llegar cogiendo el tranvía 22, aunque hay varias opciones de contratar la visita guiada que lo facilita un poco todo.