Que sí, que lo hemos hecho todos y varias veces. Sobre todo en los primeros viajes al Caribe de resort, nos metemos entre pecho y espalda toda la carta de cócteles sin más orden que el alfabético o sencillamente el que nos dé la real gana.
Pues eso está muy mal porque nos podemos coger una que no nos levanten después de la hamaca ni con espátula, y además nuestras tripas acaben hechas trizas.
Para eso escribo este artículo, así que de la mano de verdaderocaribe.com, vamos a aprender a beber como debe hacerse si no queremos perder 2 días de vacaciones en recuperarnos o para darnos un aire más sofisticado al lado de la norteamericana de turno. Véis que cosas más prácticas os enseño de vez en cuando…
Nos vamos a mover en base a dos elementos que normalmente van de la mano, el tiempo y las comidas.
A primera hora, es decir justo después de desayunar y de buena mañana, es el momento para el dulce y las bebidas más nutritivas. Nos valen todos los que combinen con zumos de frutas, cremas o leche. Aquí entraría la piña colada principalmente, el sex on the beach o el Banana Mama. El Bloody Mary también encajaría bien aquí por el poderoso sabor a tomate. Cualquiera de ellos en bañador y en la playa, saben mucho más ricos.
Luego llega el momento del aperitivo un rato antes de sentarse a comer. Aquí nos olvidamos del dulce y damos el salto más pronunciado para llegar a sabores más amargos y sofisticados como el que nos proporciona el Bitter, la tónica o el Martini. Algunos ejemplos serían el Dry Martini (que en pocos sitios lo ponen la verdad), Cosmopólitan, Margarita o Manhattan. Éstos a mí me gustan en los bares exteriores pero ya vestido para comer.
Justo después de comer, volveríamos a aceptar los dulces o que lleven leche, añadiendo los que combinan con café o helado y por supuesto las cremas de orujo, Baileys y similares. Yo los prefiero sentado a la sombra o en un bar interior.
A media tarde es turno para los más refrescantes sean dulces o ácidos. Los mojitos, caipirinhas, Blue Lagoon, Coco Loco y Tequila Sunrise, son ideales para el puntillo de media tarde jugando al waterpolo.
Justo después de cenar, un Daikirí o un Long Island Ice Tea nos pueden dejar muy buen sabor de boca.
Y por último la noche, que es cuando los ácidos conquistan el espacio. Aunque de madrugada todos valen, los más habituales son los mojitos, daikirís y los cuba libres (normalmente con la cola de refresco). Prácticamente todos los de la tarde podían encajar también aquí. Es importante que “no llenen” sobre todo si tenemos intención de bebernos unos cuántos de estos placeres líquidos del Caribe.