SOL CAYO GUILLERMO

Este hotel de 4* se sitúa en la parte más al norte del cayo, y es bastante grande con casi 700 metros de ancho. Es un poco viejito, pero están poco a poco y a ritmo cubano eso sí, reformando y renovando las instalaciones, los jardines, los espacios comunes,…

La playa como en casi todos los hoteles de Cayo Guillermo, consiste en una estrecha franja de arena blanca, en la que están dispuestas alineadas las hamacas y palapas. El agua del mar es de cine, y cuando baja la marea queda un espacio muy amplio desde las hamacas al agua.

Las habitaciones son grandes y están bastante bien acondicionadas. Están distribuidas por todo el complejo en villas de 2 alturas. Puede darse el caso de que nos encontremos con algún fallito con la humedad o la fontanería, como que se escape agua del aire acondicionado, pero en cuanto tienen constancia o bien lo arreglan o bien te cambian de habitación.
Elegir una buena ubicación es importante, algunas villas están bastante lejos de todo y compensa solicitar una bien situada.

La comida sigue la tónica de esta parte de Cuba. Es rica pero no muy variada, dentro de las expectativas propias de los cayos. En el buffet hay secciones de pasta, carnes, pescado, frutas, postres,… vamos, que aceptable.

Para el restaurante internacional hay que tener en cuenta que sólo corresponde 1 noche por cada semana de alojamiento. Esto se debe a que es excesivamente pequeño con 11 mesas nada más.
Además de éstos, cuenta con otros restaurantes temáticos para las cenas, uno en la zona de la laguna y otro cerca de la playa.

Dispone de snack bar 24 horas en el que de madrugada no entran las bebidas alcohólicas.
Lo mejor en gastronomía es el ranchón de playa, con la carne barbacoa y la paella como platos más destacados.

La piscina tropical es grande y está bien cuidada. Casi nunca hay nadie porque a este hotel se viene principalmente a estar en la playa. No tiene otras piscinas complementarias, ni tampoco bar incorporado, así que no puedo darle más de 2* en este apartado.

Los trabajadores son lo mejor del hotel aunque como siempre hay excepciones. Vale que esto es una constante en casi toda Cuba pero no me canso de decirlo. Serviciales, atentos, educados y amables.

Los shows nocturnos son divertidos y están muy bien valorados. Alguna noche hacen fiesta de la espuma, me llamó la atención que la hicieran precisamente de noche, queda original.

En definitiva, un hotel majo que se puede recomendar aunque de precio no es ningún chollo. Podéis reservar este hotel a buen precio en Logitravel