HOTEL TELÉGRAFO

¿A que el nombre os choca? A mí me llamó la atención la verdad. La historia es que a principios del siglo XX este edificio albergaba la única línea de cable telegráfico de toda la isla. Nos podemos imaginar en la época dorada de La Habana a los hombres de negocios aquí alojados y comunicándose directamente con su buffete en Nueva York, como en las películas de gangsters. En su época recibió el título de hotel más moderno de la región.

La ubicación es muy buena, en la esquina de Prado con Neptuno, en plena Habana Vieja muy cerca del Capitolio.

Las habitaciones son demasiado clásicas, con telas, moquetas y demás elementos que obviamente no corresponden con nuestros tiempos, pero que en Cuba pues es lo que hay. El agua caliente no funciona todo el tiempo, pero esta carencia tampoco es exclusiva de este hotel. El hotel ha sido reformado.

Como consejo para elegir habitación, las tenéis con vistas a la plaza que es bastante más atractivo y luego cuanto más alta la planta pues más tranquilidad.
Las que dan al patio interior tienen vistas bastante más feas.

El desayuno es francamente bueno en comparación con otros hoteles de la misma categoría, los productos son mejores y el comedor es un lugar muy tranquilo.

Hay lo típico, es decir tortillas, huevos, embutidos bastante malos por cierto, café, zumo, tostadas,…

No tiene piscina, un punto en contra. Lo mejor del hotel es su ubicación y lo peor que en determinadas áreas necesita otra reformita.

Los Viernes en este hotel, de 21:00 a 23:30 canta una mujer cubana muy reconocida, Ivette Cepeda. Hay que reservar mesa el día anterior en recepción, antes eran 5CUC la mesa con consumición, ahora igual ha subido algo.