HOTEL KOHLY

Este hotel está marcado por su ubicación en una zona muy tranquila en el bosque metropolitano de La Habana, pero lejos de absolutamente todo. A ver, el sitio sobre todo es muy calmado, al sur de Miramar y en un bosque que muy pocos turistas llegan a conocer. El problema es la distancia a la Habana Vieja que es demasiado extensa y hay que utilizar transporte sí o sí. Para un viaje turístico de unos días no tiene sentido alojarse aquí.
Cerca del hotel lo único recomendable que hay es la calle 42, con alguna tienda, supermercados y tal.

Por lo demás el hotel está bien. Las habitaciones están limpias y tal vez sean un poco pequeñas. Están equipadas con mobiliario antiguo, pero tampoco es algo que difiera mucho de la mayoría de hoteles habaneros.

Los desayunos pues para salir del apuro. Nada especial pero cumplen con las expectativas y sin nada que envidiar a hoteles de superior categoría. Lo más rico que tiene el hotel son las pizzas, que cuestan 2 perras y están buenísimas.

Cuenta con piscina que no tiene nada de especial, pero que se agradece esta posibilidad con lo que pega el calor por ahí. Cierra muy pronto, a las 18:00.

El personal del hotel es muy amable y la verdad que para lo que cuesta cumple con las espectativas.

Conclusión, que la única pega que tiene es su localización, porque es barato, tiene piscina, y está bien en líneas generales. Si estuviese en el centro se pegarían por él.