RIVIERA

Este hotel fue Fundado en 1.957 como el proyecto personal del famoso mafioso de origen judío Meyer Lanski. Pretendía ser el hotel más vanguardista y referente en La Habana, y en el escaso tiempo que permaneció en funcionamiento durante la época prerrevolucionaria en él se alojaron todo tipo de artistas como pintores, músicos, actores, poetas,…
Cuando los rebeldes tomaron el poder, todo lo que pudiese relacionarse con la asociación mafia/gobierno, debía ser eliminado y por todos era sabido que este hotel era todo un símbolo de aquella asociación.
La acción de los castristas fue soltar un camión de cerdos dentro del hotel… Vamos, que no se andaban con tonterías.

Está ubicado al final de Vedado, medianamente lejos del centro de la ciudad.

Hoy por hoy es un hotel viejito y con aspecto descuidado, en el que se nota que en su día fue algo majestuoso. Es un gama media, pues no es de los baratos, aunque no está a la altura de los buenos hoteles de La Habana.

De todos modos estamos en Cuba y es lo que hay, son muy pocos hoteles quienes envejecen bien. La desgastada alfombra/moqueta del hotel, es un reflejo de cómo está el edificio.

Un edificio que mira directamente al Malecón, y que está ubicado un poquito lejos como para ir andando a la Habana Vieja, muy cerca del Meliá Cohíba. En taxi se tardan unos 10 minutos hasta el centro.

Las habitaciones están un pelín mejor que el resto del hotel. Los colchones no son los de un hotel de hoy en día ni el mobiliario, pero como he dicho, esto es Cuba. El aire acondicionado sin embargo, funciona estupendamente.

El baño es correcto, aunque puede pasar que no funcione el agua caliente.

No dudéis en pedir habitaciones en los pisos superiores, primero por las vistas y segundo porque los pisos altos han sido reformados y se nota.

Los desayunos son normalitos, aunque un poco escasos en variedad y con productos de cuestionable calidad. Lo justo para tomarse un café, unos bollos, algo de fruta y ya.

Dispone de piscina para refrescarse entre paseo y paseo. Hay que decir que no le venía mal una manita de mantenimiento a la misma. En ella hay 3 trampolines, el último bastante alto y un bar que cierra a las 18:00.

En resumen un hotel de gama media que fue más de lo que es. Un poco alejado del centro y con buena relación calidad/precio siempre que viajemos con paquete de vuelo+hotel.