BLAU MARINA VARADERO

Está al final del todo de la península de Ícacos, junto al puerto deportivo. Si os decidís por este hotel y tenéis pensado moveros, tened en cuenta que os dejaréis una pasta en transporte público.

Es un 5* cuyos principales puntos fuertes son lo bien cuidado de los espacios comunes y jardines, las divertidas piscinas y la playa, en la que no hay casi nadie.

Por contra, la limpieza de las habitaciones y el buffet principal se llevan la calificación negativa, y son los aspectos que debería mejorar.

La piscina principal cuenta con bar incorporado, red de volley y un tobogán muy divertido, luego hay otra piscina “infinita” más pequeña y tranquila. Complementan este apartado una piscina más y otra infantil con columpios y figuras para niños.

Las habitaciones son sobretodo grandes y bien atendidas en cuanto a útiles de aseo, pero como he dicho antes, la limpieza tiene sus carencias. No sé si las hacen muy deprisa, o si hay poca gente para muchas habitaciones, pero no se limpian exhaustivamente. También se aprecia que son más modernas que en los hoteles más clásicos de Varadero.
Están en bloques de estilo caribeño y de 2 ó 3 alturas.

La playa, espectacular. En esta parte de Varadero no hay casi nadie y es paradisiaca 100%. Por las condiciones de la playa no es raro ver gente practicando kytesurf. El hotel tiene bar de playa pero sólo de bebidas.

El buffet vale que ofrece variedad, pero es que nada está especialmente bueno. Si vamos con el chip exigente puede que nos desilusione. Los restaurantes temáticos no están mal, pero casi todo el año sólo abre uno por noche, con lo que es difícil coger mesa.

Dispone de snack bar 24 horas junto a la piscina, para picotear algo entre horas.

La animación nocturna es divertida y de tipo show, importante estando donde está ya que el taxi a la zona de fiesta se va sobre los 20CUC.

En conclusión no está mal, pero para el precio que tiene, yo miraría otras opciones, sinceramente. La localización no es buena y tampoco es tan hotelazo.