Como siempre, el mejor momento para escribir la revisión de un hotel es el día de llegada a casa. Así que con la primera lavadora preparada, paso a plasmar lo que han sido estos 6 días en un resort que se podría definir como una sorpresita bastante grata.
Y digo sorpresa porque para el público español es un hotel prácticamente desconocido. En cuanto se habla de Lanzarote todo el mundo habla del Sandos Papagayo, del Riu Paraíso y de otros, pero casi nadie ha oído hablar de SENTIDO AEQUORA. Los motivos son dos; el primero es que principalmente opera con grupos de Francia y Reino Unido, con lo que no se promociona mucho en el resto de países incluído España, y el segundo es que su recién inauguración hace 2-3 años (antes era un apartahotel), no le ha dejado tiempo para darse a conocer con el boca a boca.
Según llegamos (taxi desde el aeropuerto 10,50€) ya percibimos el perfil de cliente a quien está orientado. Británicos en su mayoría y gente de clase media / alta. La categoría del huésped en estos hoteles suele ser inversamente proporcional al número de tatuajes que se ven, y aquí se apreciaba poca tinta. Gente muy educada y ni un sólo grupo de adolescentes de los que sólo piensan en beber.
En recepción en cualquier caso siempre había alguien con capacidad de hablar en español a pesar de no ser los nacionales ni el 5% de los huéspedes. Y aquí nos damos con el primer detalle, un chico ofrece champán o zumo de manzana mientras haces el “check in”. A ver, que no cuesta nada, y el champán es el del todo incluído y el zumo de caja, pero es un detalle y esos detalles hacen que algo normal pase a ser especial. Sobre la atención al cliente es excelente, son eficientes y resolutivos.
La ubicación es en la playa de Los Pocillos, y que no engañe el mapa porque se tardan 3 minutos de reloj andando desde la salida sur del hotel a la playa. Una playa por cierto muy tranquila, con un supermercado y varias tiendas y restaurantes regentados por extranjeros principalmente.
En la zona hay varias excursiones interesantes con las que complementar el viaje, las podéis llevar contratadas y reservadas desde casa.
Tras un viaje movido llega una agradable noticia. Nos hacen upgrade a suite y a todo incluído plus. Gracias sobre todo a Cintia y a la gerencia de SENTIDO AEQUORA.
Paseamos junto al maletero por los pasillos del resort donde vemos los típicos edificios blancos de 2 alturas que se suelen ver en Lanzarote, que aquí albergan las habitaciones. Es la tónica constructiva en los resorts de esta zona.
La Habitación es amplia, con un salón con terraza, una habitación de matrimonio y otra de dos camas. No le falta de nada, aunque algunos de los amenities son debidos al TI plus. Albornoz, zapatillas, cepillos de dientes y derecho a consumir el minibar una vez (la segunda ya sería con cargo) benjamín de Freixenet, Bacardí, Bombay, Pringles, aceitunas, refrescos, cervezas Heineken y una botellita de vino. La televisión ofrece canales principalmente en español y alemán, luego en inglés y alguno en francés e italiano.
Primera visita al comedor principal que está separado en un área para familias y otra para adultos. Gran idea por parte del hotel.
En el desayuno tenemos plancha con huevos y tortillas, patatas inglesas, chistorra, bacon, alubias y demás salados propios de los fuertes desayunos ingleses. También preparaban crepes.
Mucha presencia de embutidos de los que me ha llamado la atención ver a la gente cogerse media sarta de chorizo o fuet y apretársela en el desayuno. Precisamente chorizo y fuet estaban bien, al igual que los quesos locales que había varios y no dejé uno sólo sin probar. No merece la pena el paté y por la mala pinta no probé algo así como mortadela/jamón de york que tenía un aspecto que no animaba… Y luego por supuesto está la farsa estrella de los TI españoles, el jamón. Que venga alguien desde otro país para degustar el producto estrella de la gastronomía española y le saquen ese “jamón”, es para plantearse el darles la dirección de alguna tasca y vayan a comerlo como Dios manda.
Luego el espacio de la bollería estaba bastante bien. Unos bollos de chocolate rellenos, napolitanas también de choco y otros bollos de crema eran lo mejor.
Muy ricos los croissants, que al igual que los crepes quedaban de vicio rellenos de la crema de cacao o el dulce de leche. En el dulce de leche no fui capaz de clavar la cuchara, era lo más denso, calórico y delicioso que había probado en tiempo… También había Nocilla normal para quien no quiera arriesgar.
Y por supuesto fruta, bastante buena sobre todo los plátanos que eran exquisitos (Ah, que estamos en Canarias).
El café es francamente malo, pero como en toda la isla. Sale mejor prepararse un cola cao que eso no falla.
Otro punto negativo es que no había para hacerse un “pan tumaca”. Sí que había tomates, aceite de oliva y pan, pero me refiero a una mezcla preparada para que sólo tengas que calentar el pan y ponerlo por encima. Había un preparado de tomate con ajo y aceite, pero era bastante malo, parecía de bote. Por cierto, al lado de este tomate había sobrasada que sí estaba rica.
En las comidas hay un detalle que lo dice todo sobre la cocina de un sitio, el sabor. En este tipo de hoteles la gente va a lo fácil, al filete con patatas, a la pasta y a no arriesgar. Bueno, pues aquí los platos cocinados como albóndigas en salsa, pimientos rellenos o lentejas, estaban francamente buenos (las patatas también las ponen muy bien con ajo, aceite y perejil). Luego en la plancha había cada día un pescado y una carne, además de una pasta y o bien paella o fideua.
En una esquina hay una sección infantil con san jacobos, pollo, patatas fritas, nuggets y cositas así.
Las cenas cada día son temáticas, probamos las de México, España, Asia e Italia. La peor la de italia, el resto muy bien.
Sobre los postres también dejo una nota positiva. Había bastantes pastelitos y copas de mousse que si bien en casi todos los hoteles son regulares, aquí estaban bien ricos, sobre todo los de chocolate. 3 ó 4 noches por semana ponen una fuente de chocolate donde meter las chuches, y lo mismo, el chocolate estaba muy rico para lo que se suele ver en situaciones similares.
El hotel cuenta con un restaurante a la carta que marca las diferencias. Se llama “Don Paco” y está decorado con motivos taurinos y demás temática española. El alma mater de este lugar es el maitre que lo regenta, Ballesteros, quien en su trato demuestra los años de experiencia a sus espaldas y el saber estar.
Decir que cortesía del hotel, estábamos invitados a disfrutar cuantas noches quisiéramos en este lugar, pero fuimos sólamente dos aunque me hubiese gustado ir alguna más porque vaya si merece la pena.
La carta ofrece una serie de tapas y luego platos principales de carne, pescado, arroces y pasta. Muy ricas las gambas, espectacular el queso frito (especialidad canaria) y también buenísimas las patatas bravas. Las berenjenas estaban bien, aprobaban.
En principales pedí un entrecot con salsa de queso que estaba bueno. Importante en Canarias pedir menos punto que en la península porque pecan de disecar la comida.
El segundo día pedimos fideoua para 2 y también nos gustó mucho.
Los canelones nos gustaron pero no repetiría.
Los postres eran un poco flojos, me esperaba algo más sobre todo del “bienmesabe” canario. Mientras esperas los platos, tienen una barra con montaditos para coger lo que uno quiera. No probamos ninguno ya que la pinta no invitaba.
Aquí teníamos incluída toda la carta sin restricciones, no sé si el resto de huéspedes de TI plus también, imagino que sí. Esto lo digo por el maridaje, ya que nunca había visto que un restaurante incluyera vinos y champanes en su carta de TI aunque sea sólo para huéspedes plus. Obviamente no pedimos un Moet de 65€, que bastante se han portado ya, pero sí buenos crianzas de Rioja, que en carta rondaban los 13€.
Dejémonos por un momento de comer y vamos a las piscinas. Decir que al ser Lanzarote tan ventoso, el hotel está costruído para reducir este efecto negativo del viento. Los bloques de habitaciones tienen forma de “U” y las piscinas quedan en la parte más resguardada. Si os tocan días de mucho viento os aconsejo guardar hamaca en la parte más protegida porque son las más cotizadas. El riesgo de viento se minimiza viajando de septiembre a febrero.
La piscina principal es la Coral. Puede disputarse este título con la piscina del teatro Marris, pero el ambiente está en la Coral. Tiene bar con bebidas, helados, refrescos y cócteles, luego está una zona snack con pasta, fritos, patatas, verduras, fruta, yogures,… y un puesto donde elaboran al momento perritos calientes, hamburguesas y sandwiches. Algunos días ponen la máquina de kebab en esta parte y son sin duda lo más rico. Me gustaron también los perritos con cebolla crujiente y la nota negativa para las hamburguesas y sandwiches, bastante malos.
En esta piscina se hace el aqua aerobic, waterpolo, y suelen bailar cada mañana los animadores.
La piscina tiene una parte donde cubre 0.5m para pequeños y luego la parte donde cubre que ronda 1,1- 1,3. La gente es muy tranquila, no habré visto más de 5 personas en esta piscina en momentos donde no hubiera ninguna actividad.
La piscina del teatro Marris es completamente cuadrada y es muy tranquila. No tiene ningún atractivo para niños, con lo que sólo hay gente leyendo en su hamaca y algún valiente haciendo unos largos.
La más llamativa es la de niños. Abajo es para más mayores con cañones de agua y 3 toboganes más altos y en la parte de arriba, la más resguardada, es para bebés y niños muy pequeños.
Por último quedaría la piscina de la zona Chill Out. Esta zona es exclusiva para mayores de edad, y en la práctica es algo así como la sección imserso. Mucho peinado al estilo “Las chicas de oro” y las típicas señoras británicas de todo incluído plus, tomándose su ginebra a las 4 de la tarde. No se oye una palabra más alta que otra la verdad.
Precisamente en esta zona está el Blue Bar, con asientos mucho más cómodos y la opción de reservar por un día una cama balinesa con fruta, chocolate y champán (Esta opción es gratuita con el TI plus). Sin duda el mejor bar diurno del complejo. Culpa de ello tiene la colombiana que aquí trabaja (aunque se turnan, pero yo tuve la suerte de disfrutar sus cócteles), ya que prepara auténticas obras de arte. Mojitos, piñas coladas, coco locos, Canary islands y demás virguerías que pude disfrutar cada tarde.
Ya que sale el tema del bebercio, empalmo con los bares. Además del ya descrito bar de la piscina Coral y el Blue Bar, quedaría el bar del teatro Marris y el “Atlántida” que sería el bar de noche.
En este bar Atlántida se sirven copas a un ritmo frenético, ya más elaboradas y con mayor atención que en la piscina.
El bar del teatro es el punto donde tomar algo mientras se ven los shows nocturnos.
Decir que hay diferencias entre los cócteles que entran en la pulsera normal y el TI plus. Con la opción normal, el mojito con ron de marca, hielo recién picado, los limones y demás, no entra. De hecho cada vez que pedía uno así, aparecían 2 ó 3 clientes pidiendo otro similar y claro, lleva suplemento. Cierto que el TI normal tiene un amplísimo alcance, pero es que con el plus elaboran cócteles que en cualquier sitio cuestan 6-8€.
Sobre marcas yo la verdad que soy de ron y me da exáctamente igual porque en Canarias está el Arehucas, que para mí está a la altura de sus competidores caribeños como Brugal o Barceló, así que aún teniendo la opción plus, pedía Arehucas. No obstante, con la opción plus entra cualquier marca, Havana 7 o Barceló añejo con el ron, o en ginebras la Hendricks. Si pides por ejemplo en el bar de piscina una de estas marcas y no tienen en el momento, se escapan de una carrera al bar Atlántida y la cogen.
En las cervezas también hay diferencia según la pulsera. El usuario convencional usa principalmente la de barril, que es Águila Amstel, mientras que el plus puede pedir cervezas de botellín como Heineken o Budweiser en las comidas, cenas o en los bares de piscina. Lo mismo sucede con los helados, que el TI normal incluye las típicas tarrinas de fresa, vainilla y chocolate, mientras que el TI plus permite consumir todos los helados de Kalisse, y los Twix o Mars que estaban de vicio.
Y ahora me toca hablar de los profesionales del hotel. Me han dejado boquiabierto todos y cada uno de ellos. Atentos, correctos, serviciales y educados como en ningún sitio. Para haceros una idea, pregunté si me pondrían un “Barraquito”, por aquello de estar en Canarias, y resulta que no lo ponían. Pero ahí estaba Ismael Monblanc, para comprar a medio día leche condensada y al día siguiente poder servir un buen barraquito. Y lo mismo el mojito que quería mi mujer, de fresa y sin alcohol. Otra vez no estaba en la carta pero se podía hacer, así que sin inconveniente lo prepararon. La filosofía era esa, si se puede hacer se hace, y eso merece mi mayor aplauso. Por nombrar me salen David, un gallego muy profesional y correcto en su trabajo y una chica de Jerez que no recuerdo su nombre pero sí su simpatía. Pero la verdad que todos son muy agradables y te hacen sentir como en casa.
Turno ahora para la animación. El hotel es una torre de Babel con gente de Italia, Rep. Checa, Moldavia, Eslovaquia, Inglaterra,… Algunos de ellos no hablan español, pero como ya digo es lógico considerando que hay muy pocos españoles en el hotel. Lo que menos me gustó es que fuimos con mi hija al miniclub y siendo la única española, se vió un poco aislada y la chica que ahí estaba no hizo absolutamente nada por integrarla como si ese no fuese su asunto.
Pero vamos, que todo lo demás un 10. Hay juegos y deportes en la piscina y fuera de ella, desde waterpolo, carabina, fútbol, elaboración de sangría, yoga,…
En la minidisco alternaban canciones en distintos idiomas, y siempre había sitio para el “Veo, veo” o el “Chuchuá”.
Por las noches se hacen shows donde El Rey León nos pareció algo espectacular.
Con quienes más hablé fueron Boris y el italiano del moño, ambos muy majos y sobre todo trabajadores. Luego me dejaron buena impresión la francesa pequeñita, que es la definición en persona de la vis cómica; Veronika, la exhuberante checa y sobre todo el chico que hacía de Scar en el Rey León, quien me imagino que será actor profesional o algo similar porque se le notaba la calidad.
Esto es todo por el momento, espero volver a este hotel cuanto antes porque me ha encantado. Sobre el régimen de alojamiento, el TI normal tiene un amplísimo alcance, sólo recomendaría la opción plus para quienes realmente sean muy exigentes con lo que piden.
Si queréis reservar en este hotel y queréis consejo, no dudéis en escribirme y solicitar una propuesta.
Un saludo.
5 Comments
Parece buen hotel sobre todo por las piscinas de niño.Nosotros vamos siempre a la playa de los pocillos y no lo conociamos.Para la proxima miraremos precios para sentido aequora o sino te preguntamos a tí. Un saludo y felecidades por la pagina.
Pues sí, tenerlo en cuenta porque no os defradará.
Un saludo y gracias por leerme.
Buenas. ¿Entre este y el Riu Paraiso cual cogerías?
Sería cuestión de valorarlo con precios, pero si son cifras ajustadas sin duda con éste.
Tras visitarlo puedo confirmar que es un hotelazo. Un poco de mala suerte con el tiempo tuvimos pero han sido unas vacaciones increibles